sexta-feira, 8 de novembro de 2024

Envidia estadounidense-británica

Envidia estadounidense-británica

No lo que piensas.
Tanta arrogancia estadounidense y británica.

¿Qué gobernante entre los 197 países del mundo puede ordenar a sus ingenieros que construyan un transporte supersónico?

Recuerdo la burla de entonces: el Concordski era una copia del Concorde.

¿Sería posible? ¿Qué pasaría si los rusos pudieran espiar, copiar y reproducir cien toneladas de papel plano cuando no había computadoras, todos dibujados a mano, cientos de miles de detalles, mil millones de cálculos matemáticos con reglas de cálculo y máquinas calculadoras que solo hacían sumas, restas y multiplicación.

Sólo los periodistas y los especialistas en marketing político son capaces de crear una fantasía como ésta.

Felicitaciones a los soviéticos, ni siquiera Estados Unidos pudo hacerlo; sólo un grupo de fabricantes aeronáuticos franceses, ingleses, españoles, alemanes y holandeses lograron, después de ocho años, hacer volar el Concorde con pérdidas durante treinta años de pura terquedad, acumulando únicamente pérdidas comerciales en el funcionamiento de los aparatos cuyo pedido de 100 14 de ellos fueron financiados por los Estados. Callarse la boca.


Roberto da Silva Rocha, professor universitário e cientista político

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