La versión infantilizada de Dios
La versión infantilizada de Dios que sirve de control social y que ha permanecido por siglos bajo el control y servicio del Vaticano, de juntas denominacionales, de sistemas eclesiásticos y congregaciones, confederaciones y federaciones de iglesias millonarias, que sin mandato alguno de lo Divino piden dinero en Su nombre.
Si a Dios realmente le importara, los sacerdotes mendigos estarían muertos, fulminados en el púlpito frente a la congregación y sus hijos y nueras estarían iracundos y maldecidos, pero Dios no hace nada porque Dios no es un ser, una persona, Él es un ente espiritual sin sentimientos humanos, Él no tiene ira ni amistad, ni amor ni odio, Él es como un sistema que estableció los parámetros y las directrices para que cada temporada de primavera florezcan las flores y cuando llegue el mes de verano los árboles de mango comiencen a producir mangos mientras aún están en capullo, para que automáticamente pueda darse la cosecha anual; de manera que alrededor de 104 parámetros y variables permiten la vida en la Tierra, no solo aquellas variables conocidas por los aficionados a la ciencia y los iniciados en la pseudoecología, que no van más allá de elementos vitales como: la presencia de oxígeno, agua y la temperatura de la Tierra; más que eso, se necesita una concentración exacta de dióxido de carbono en la atmósfera, el movimiento de las mareas que son proporcionadas por la inclinación del eje principal de rotación de la Tierra, la distancia y el ciclo lunar; el tamaño y peso de la luna, la distancia de la Tierra al Sol, la protección del planeta Júpiter, y otras 104 condiciones como estas.
¿Quién se encarga de todo esto?
Exactamente nadie, Dios no necesita ordenar cada primavera que los árboles de mango comiencen a producir mangos cada año, esto fue determinado a través de una ley de control, y tantas otras leyes que automatizaron el universo, por lo que Dios no interfiere en el universo, ni para bien ni para mal, todo ya ha sido prechequeado y establecido dentro de límites aceptables según el diseño del universo.
Todo funciona como si fuera un cubo o un dado de juego con seis caras, cada una con una cantidad de puntos pintados en cada cara, desde uno hasta seis puntos pintados en cada cara; cuando lanzas los dados sobre la mesa y sale una de las caras, porque cada número representado por los puntos de la cara que sale en cada tirada obedece a esas mismas leyes de la naturaleza, cada resultado aleatorio del dado lanzado no viola ninguna de las leyes de la física, pero eso no quiere decir que puedas usar las leyes de la física para elegir antes de lanzar los dados qué cantidad de puntos saldrán en la cara superior, y a esto se le llama azar, un suceso no mágico, así funciona la naturaleza, que sin violar las leyes siempre nos sorprende y hace que nazcan cada año en todo el mundo alrededor de un 50% de bebés niños y un 50% de bebés niñas, con un margen de variación del 2,5%, en uno u otro sentido.
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