sábado, 27 de julho de 2024

¿Qué Dios?

¿Qué Dios?
Este Dios infantilizado que, en la versión cristiana, necesita apelar y rogar para que la gente lo elija a él y no al diablo porque se siente necesitado y solo en el paraíso y necesita cautivar a la gente para hacerles compañía, esta versión infantilizada de Dios que es emocionalmente dependiente, necesitado con depresión nunca existió,

Dios no cuida de ti, ni necesita demostrarlo.
Ya que Eva en el paraíso Dios pudo colocar un ángel cerca de Eva para que ella no robara el fruto prohibido; Dios ni siquiera necesitaría nombrar a Moisés para que cuidara del pueblo hebreo en el desierto del Sinaí.

¿Por qué Dios necesitaría un intermediario para gobernar al pueblo judío con reyes humanos y defectuosos, como Salomón y David, subcontratando la protección y dirección de su pueblo elegido?

Un dios sustituto de: Estado, gobierno, leyes, hogar, padres, médico, policía, justicia, poder judicial, suerte, trabajo, esfuerzo, bien.

Las oraciones y promesas de los fieles son para satisfacer todas las necesidades concretas, su Dios proporcionará alimento, empleo, cura de enfermedades, eliminará la soledad, eliminará la tristeza, eliminará la mala suerte, proporcionará empleo, saldará las deudas, por eso esta ficción. dios aliena completamente a las personas y destruye la familia, el estado, el sistema de tratamiento médico, el trabajo duro y honesto para obtener los bienes necesarios se convierte en un mal para todos y para la sociedad y el país como una adicción al juego, como una adicción a las bebidas alcohólicas, una adicción al sexo, una adicción a las drogas, la religión sustituta de los fanáticos se convierte en un mal porque no puede hacer nada materialmente pero el adicto ya no tiene la fuerza para asumir su propia vida, el control de su destino y su autonomía.
Dios destruye la esperanza de las personas, él puede destruir el país, la nación, la familia, el amor, la esperanza.
Como una adicción.
La religión reemplaza lo real concreto por lo virtual, por la fantasía. Ilusión, fantasma.


Roberto da Silva Rocha, professor universitário e cientista político

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