cuento de hadas para adultos

Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo

cuento de hadas para adultos

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Los adultos disfrutan de los cuentos de hadas, de hecho, nadie vive sin sueños o fantasías; algunos son sanos e inofensivos, pero otros pueden indicar inmadurez, pueden indicar patologías psicológicas, neurológicas o psiquiátricas, como la homosexualidad, que alguna vez fue una enfermedad social CD10 por la codificación internacional de enfermedades sociales y enfermedades psicológicas porque violan costumbres y prácticas sociales construidas por la cultura también llamada moral.

Pero hay gente que ni siquiera se molesta en desafiar a la mayoría y sus costumbres, como por ejemplo, a un extranjero le resulta inconveniente ofrecer un número de ocho flores a una coreana, o una docena de rosas a una ucraniana, para una mujer coreana el número ocho trae mala suerte, y para la mujer ucraniana el número 12 de rosas es para ceremonia fúnebre, pero maldita sea estas costumbres subdesarrolladas de otros, en nuestro país no hay piso trece en los edificios, hay piso piso 12b , como medida de seguridad, pero las costumbres de los demás siempre chocan con las nuestras.

Los adultos pueden tener fantasías inútiles o fútiles, otros son peligrosos, otros son inocentes, con las leyendas y tradiciones y mitos seculares, como el mito milenario de un salvador de la humanidad que dio su vida siendo crucificado para librarnos de pecados que ni siquiera somos responsable, ya que los heredamos del pecado original en Eva y Adán; entonces los adultos gastan miles de millones en la industria de los cómics para leer al buen Batman un millonario que lucha contra la injusticia y el crimen con todo el gasto financiero bajo su propio riesgo y arriesgando su propia vida por la gente de Gotham City, pero dicen que es solo una literatura ficción, pero hay gente que cree que el socialismo resolverá todas las injusticias sociales y económicas repartiendo alimentos, vivienda, bienes y hasta felicidad, educación, escolarización y seguridad, produciendo incluso más injusticias como no reconocer el esfuerzo de un estudiante que gasta 20 horas al dia estudiando para medicina o ingenieria, mientras el otro no hace mas que el estado generoso cuida de sus 8 hijos que son de seis mujeres diferentes, todo responsabilidad de un estado muy rico que genera mucho dinero misterioso para producir tanto Justicia social.

Sólo un delirio de crack o cocaína puede producir tal alucinación en un adulto normal.Roberto da Silva Rocha, professor universitário e cientista político