Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo.com
Libertad violada, neonazis
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Pasará un tiempo, no mucho, cuando el mundo volverá a dividirse en tres partes:
Una parte con los neonazis de la OTAN; otra parte con compañeros rusos y chinos; la tercera parte de los musulmanes, los hermanos de Mahoma, los últimos representantes de la religión en un mundo ateo y gnóstico restante no musulmán.
El mundo estaba en silencio, como ya decía Bertold Brest en su poema cuando llegaron por primera vez y le quitaron las flores al vecino y dijimos, eran ellos contra los demás.
Así que el mundo civilizado europeo no protestó cuando el poderoso gobierno de la OTAN de los EE. UU. amenazó a una nación soberana, proscribió y castigó al estado soberano y aliado, amigo, socio en proyectos ultra secretos de los mismos EE. UU., porque se atrevió a desobedecer y eligió de donde compraría para su país arma soberana de defensa antiaérea de origen de un país no autorizado por otra nación que no respeta las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, ni las deliberaciones de la Asamblea General de la ONU, ni del consejo de la OTAN, precisamente la nación neonazi - los EE.UU.
Ahora deciden quiénes quieren producir gas, petróleo, carbón, sistema celular 5G, uranio enriquecido, y el mundo paga más por la escasez impuesta políticamente con inflación, escasez y escasez.
¿Qué más está esperando que el mundo reaccione y proteste y condene otro acto de cobarde dictadura que se repite todos los días contra cualquier nación que quiera decidir por sus intereses nacionales y contradecir la voluntad de los neonazis del mundo?
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