quarta-feira, 20 de dezembro de 2023

Las cuotas

Las cuotas



Haciendo caso omiso de las justificaciones, que son todas justas, otro capítulo da la Constitución Federal de 1988, que comienza con la igualdad formal, citando que todos son iguales ante la Ley, pero para hacer justicia, era necesario separar a los desiguales para permitir el acceso a los igualados. derechos, destacando privilegios para grupos y categorías sociales, etarias, sexuales, regionales y étnicas, de manera que la perspectiva y expectativa de derechos fuera compensada por las diferenciaciones dadas a indígenas, mujeres, adultos mayores, niños y adolescentes, adultos mayores, negros, y para ello, la sociedad permita que las costumbres segregacionistas naturalizadas por las elites sociales, económicas, étnicas y regionalistas vean a otros en las mismas condiciones para garantizar el mismo acceso a puestos formales en el mercado laboral, en las escuelas, hospitales y todos los servicios, al menos forzando el nuevo comportamiento social dispensario y disponible para las elites.

La ceguera hacia las minorías termina trayendo injusticias por sus imperfecciones y no por su intención, porque los efectos colaterales imprevistos e indeseados por parte de los creadores de leyes compensatorias no son suficientes y capaces de eliminar la deformación que produce en el sector social al permitir la el cambio de una persona cualificada sustituido por la vacante de un accionista, y esto siempre sería inevitable.

La cuota perfecta debería actuar sobre la conciencia de las personas de la clase hegemónica llamada élite, pero el nivel de civilidad no permite la autocensura y la iniciativa en dirección al altruismo en lugar del egoísmo y la conciencia social, para ello el poder de coerción y La coerción del El sistema estatal crea las limitaciones para que se persiga la igualdad formal.

La cuota invisible costó a los países y a la sociedad internacional una pérdida incalculable de capital humano, que fue la revocación de los derechos políticos, el derecho al trabajo, el derecho semiótico no sólo a decir lo que uno quería y creía, sino a utilizar símbolos, signos, actitudes que no estaban alineados con la ideología de izquierda, luego monopolizaron escuelas, universidades, institutos de investigación y las mejores academias, bloqueando en los exámenes de posgrado todos los temas que no respaldaran a los autores comunistas, este asedio ideológico y cultural en las academias por parte de la élite de los paradigmáticos círculo de referencia obligatoria de todas las tesis científicas, monografías, artículos, de los modelos de pensamiento representados por Sérgio Buarque de Holanda, Fernando Henrique Cardoso, Roberto da Mata, Boris Fausto, la base bibliográfica de Occidente se sorprendió antes de la caída del Muro de Berlín. y la caída de la URSS y la reforma de China vieron el surgimiento inesperado de Raymond Aron como una sorpresa inusualmente incómoda por parte de la academia, silenciada por la voz universal de la inteligencia izquierdista, dejando al mundo perplejo por su audacia.

Los intelectuales de derecha fueron acusados ​​y silenciados, perseguidos, despedidos, humillados, por lo que la cuota de intelectuales de izquierda fue del cien por ciento durante casi un siglo de la era contemporánea.


Roberto da Silva Rocha, professor universitário e cientista político

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