Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo
Antes de la edad de piedra astillada
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Estamos retrocediendo a la Era anterior a la llamada Edad de Piedra astillada en la sexualidad entre los géneros modernos precisamente cuando las principales influencers y celebrities, y protagonistas de izquierdas de la presunta vanguardia de la cultura y contracultura de la diversidad sexual pretenden ser los protagonistas. posmodernidad de las costumbres y la cultura. .
Salvo los antropólogos y paleontólogos que conocen las costumbres de nuestros ancestros prehumanos y presapiens, saben que toda sexualidad es un invento de la era moral de nuestros ancestros, ya que el sexo ante las barreras culturales, morales y religiosas era una actividad puramente animal. , salvaje, brutal, cruel y nada agradable, formaba parte de la actividad cinegética y pesquera de la humanidad.
Cualquier cosa que pudiera usarse para introducir una parte del cuerpo que nos aliviara de la agonía de la abstinencia y la ocasional excitación violenta, espontánea y accidental necesitaba ser remediada pronto para brindar un alivio inmediato e intrascendente.
Al igual que los hábitos alimenticios, el acto sexual necesitaba ser domesticado y humanizado, tomar los pedazos del prójimo que comía para satisfacerse en lugar de pedir un pedazo o proporcionar su propia comida, pudo haber costado muchas muertes, muchas heridas y peleas que podría durar todo el día para saber quién se quedaría con el bocado de comida, de igual manera se debe establecer un protocolo sexual para que las hembras dejen de ser golpeadas en la cabeza y arrastradas por los cabellos para ser violadas, o sigan persiguiendo y rodeando a los machos. en su celo femenino para obtener una buena penetración, pronto se dieron cuenta de que el macho no tiene control sobre su deseo de tener una erección, condición sine qua nom para que las hembras obtengan la penetración, de ahí la estrategia de seducción para dejar al macho listo.
Luego se pusieron capas de protocolo para que machos y hembras respetaran sus periodos de celo y excitación, el periodo de guarda, enfermedad, pereza, embarazo, parientes cercanos, madre, hermana, hijas, ya que era largo el proceso de poner cada uno capa de protocolo para distanciar el deseo sexual hasta la consumación del acto, luego vinieron las reglas de la moral y la ética, y luego la religión, luego con la organización de los Estados y gobiernos llegaron las estrictas y severas leyes de control social del sexo.
Ahora estamos en la era de la deconstrucción de protocolos por parte de personas a las que no les importa y que pueden ignorar que alguna vez fuimos tan salvajes como la modernidad sexual pretende constituir comportamientos sin darse cuenta del peligro de cualquier proceso social de convivencia sin reglas escritas y no escritas. por la limitación de los espacios individuales y el límite de tolerancia a la regresión a la etapa semisalvaje, donde aún no se ha adoptado sólo el garrote en la cabeza y el arrastre del pelo, pero queda muy poco para eso.
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