Feminicidio, error de dosimetría

Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo

Feminicidio, error de dosimetría

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Se cambió la dosimetría de un delito de homicidio culposo para que se diera una respuesta psicológica a la sociedad.

En varias ocasiones, la dosimetría, que es la forma en que se mide el tiempo de condena, fue una buena razón para el aumento de los delitos, pero nuestra tradición judicial brasileña siempre limita la ejecución de las sentencias en la Ley de Ejecución Penal de la LEP siempre busca mitigar el cumplimiento de la sentencia que invalida, anula y deshace todos los cómputos de prórroga de las penas, culminando en la eliminación de la cadena perpetua, así queda claro el carácter de nuestros legisladores que no siempre siguen los deseos de la población expresados ​​en las sucesivas plebiscitos que siempre piden las máximas penas como fusilamiento y cadena perpetua, e incluso portación de armas civiles, siempre ignoradas por los partidos de izquierda.

No es el caso del delito de feminicidio, cuyo patrocinio no nació de la necesidad apremiante de reducir los asesinatos de mujeres, pues cuyo índice se encuentra fuera de los índices mínimos de parámetros estadísticos como la curva de distribución de probabilidad gaussiana, y no incluso pasar la prueba Quiquadrado por su insignificancia estadística, pero eso no importa ya que incluso obtuvo el visto bueno del IPEA para corroborar un acto de programa político de izquierda en la lucha por posiciones de Gramsci para dividir la sociedad y consolidar otra arena de disputa política en el litigio para llevar el sistema a la revolución de la lucha de clases, ahora reemplazada por la lucha de cualquier reivindicación social que pueda ser capturada por los militantes para destruir la sociedad capitalista liberal, ya sea jugando una parte de la sociedad contra otra, los indios contra los civilizados , los negros contra los blancos, las mujeres contra los hombres, los homosexuales contra los heterosexuales, los ricos contra los pobres, los ancianos y Contra los jóvenes, los intelectuales contra los analfabetos, los incluidos contra los excluidos, en fin, todas las diferencias se tomaron como problemas, parece que los psicópatas no aceptan vivir con los diferentes.

Así, para cumplir con el proyecto de izquierda, se creó un sentimiento de inseguridad para todas las mujeres amenazadas por la malicia masculina de origen genético que sólo puede ser contenida con castigos muy duros, por lo que se eliminó el derecho a la contradicción, basta con denunciar. en la comisaría y el juez decreta la detención de cualquier varón en cualquier tiempo y lugar, produce divorcio instantáneo sin derecho a compartir bienes, y cualquier derecho del artículo quinto de la constitución como amplia defensa, debido proceso de ley, presunción de inocencia y cosa juzgada son violadas para la defensa de la mujer agresora en el momento de la represalia del hombre.

Evidentemente, el sentimiento de injusticia y la revuelta del momento más emotivo de una pareja no permite hacer un cálculo de costo-beneficio ante la injusticia de la ley 11340, por lo que cualquier rasguño o amenaza puede terminar en prisión, por lo que la herida pequeña fue sustituida por el homicidio, ya que se exageró la dosimetría lo que llevó al tiro de gracia, la invención del femicidio con la pena máxima.

La falta de eficacia y el error de aumentar la dosimetría en la sanción de la ley Maria da Penha llevaron a un aumento de los feminicidios, y la ley de feminicidio fracasó, no hizo nada para evitar que ese acto se cometiera.