La Revolución Tardía en América
Detesto hacer predicciones, de hecho nunca lo he hecho, pero el momento está preparando la mayor revolución social y política de la historia de la humanidad.
Todo según las predicciones hechas hace más de dos siglos por Heinrich Karl Marx. En su capítulo sobre el colapso del capitalismo debido a la exacerbación de la acumulación de capital que hace que la torre de aberraciones se derrumbe.
Nunca ha habido un solo hombre tan rico en toda la historia de la humanidad con tanta acumulación de riqueza en la historia moderna, antigua y contemporánea, sólo tres hombres en los EE.UU. han acumulado una riqueza equivalente a la mitad de la riqueza de toda la población estadounidense.
Me encanta ver a economistas de mentalidad estadounidense de Yale, Harvard, MIT, ULA, que separan el dinero inteligente del dinero tonto y juzgan que las empresas de tecnología tienen ventajas agregadas porque la alta tecnología es más limpia.
Equivocado, BOEING, el EIBIT de MS es del 3%, con productos altamente autofágicos que siempre necesitan estar obsoletos, exigen un mundo de inversión y tiempo y conocimientos muy sensibles, pero plantar judías y tabaco es muy sencillo e inmediato, y siempre tendremos que comer, al contrario, no necesitamos un smartphone para sobrevivir.
Desde 1929, los demócratas han visto como la población estadounidense se ha adormecido ante la idea de vivir sin trabajar únicamente de los ingresos de las acciones de la Bolsa, y lo que han visto es una repetición del fraude de los tulipanes holandeses que costó 60 años de recuperación económica.
La ilusión de que podrían vivir en prosperidad económica transfiriendo fábricas con salarios bajos a países periféricos como China y la India, saqueando la riqueza mineral de los países periféricos a bajo precio y obteniendo petróleo, carbón, uranio, mineral de hierro, aluminio, cobre, cobalto y tierras raras a muy bajo precio por tiempo indefinido, ahora se está repitiendo.
Poder alimentarse de soja, maíz, sorgo, trigo, cultivados en condiciones de colonias agrícolas, condenando alimentos con falsas barreras sanitarias y pseudo nocivos para la salud o el medio ambiente, o bajo trabajo esclavo, o en condiciones precarias solo para establecer una reserva de mercado para sus agriculturas restantes, a veces ficticias como la producción de chocolate suizo sin tener árboles de cacao en Suiza, o competir por el azúcar de plantas no invasivas condenando el azúcar de caña de azúcar reemplazado por la stevia europea, así, la batalla por mantener la posición de metrópoli de las élites mientras la gente de los países del primer mundo ahora agoniza en las calles de Los Ángeles, en California viviendo dentro de automóviles y en tiendas de campaña en las calles de Montreal.
Una revolución no sucede porque la quieras, sino cuando derribas una puerta del poder, como decía Engels.
Bienvenidos al nuevo compañero comunista de Cuba, los Estados Comunistas Democráticos de América del Norte.
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