Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo
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No tengo dificultades para asistir a ninguna iglesia, actualmente asisto a pentecostal, nací hace 66 años y me crié dentro de la denominación bautista, he visto de todo, sobre todo pastores adúlteros, falsos pastores psicópatas, sociópatas, pervertidos, mentirosos, pedófilos, estafadores. (que todo el mundo lo es, incluso inconscientemente).
Pero hasta que descubrí que no existe el diablo, ni el cielo, ni el infierno, me sentí más aliviado, porque mi padre murió y no está en el infierno, a pesar de que desfalcó las arcas de una humilde iglesia bautista, avergonzando a toda la familia, que mi hermano nunca más lo perdonó, pero pueden jugar a su antojo con las amenazas de fuego del castigo y las cadenas de fuego de un infierno que no existe.
Jueguen, los pastores se regocijan con el dinero de los pobres, hablen todo el tiempo la suya en la voluntad del Dios que quiere esto y aquello, que Dios castiga y vigila, porque saben jugar para conocer la voluntad de Dios, y da miedo y me aterra como a mí cuando era niño. hasta que el creyente enloquece y cae en una prisión mental ante la inexorable violación psíquica, ahora soy libre y quiero decirte que tú también puedes liberarte del miedo al infierno.
Un ser como Dios que tiene miles de millones de años no tiene las mayores debilidades de los humanos que son los sentimientos, de amor, pasión y odio, Dios no tiene sentimientos, no siente piedad ni amor, esta humanización de Dios es el humano proyección en lo no humano, lo sabemos, simplemente no nos sentimos cómodos con un Dios bueno, humano, con emociones, que se complace con himnos cantados con lágrimas, con promesas y sacrificios, cuanta mediocridad, ofreciendo tus limosnas y sacrificios inútiles, ten paciencia. Todos los pastores son ateos.
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