Razonabilidad de la pena y punibilidad.
Es lamentable esta visión bíblica, de la percepción del castigo para castigar el pecado, visión presente en el judaísmo, budismo, sintoísmo a través del lugar del sufrimiento en la penitenciaría espiritual llamada infierno por los cristianos, en Deuteronomio capítulo 28 se ejemplifica exhaustivamente de manera metafórica la inutilidad del castigo.
Permítanme citar el Deuteronomio: “Si no siguen lo que yo les mando, entonces su viña será maldita con plagas, la madre devorará a sus propios hijos, serán esclavos de otros pueblos, en resumen, toda desgracia y maldiciones caerán por más de mil generaciones sobre sus hijos y los hijos de sus hijos”.
Imaginemos una lectura que nos permita concluir que ninguna cadena perpetua, ni pena de muerte, ni sentencia intergeneracional devolverá a la vida a la hija asesinada de Nardone, ni a los padres asesinados de Richthofen, todo castigo es inútil, no devuelve la vida, no devuelve el tiempo perdido, no vuelve al pasado para rehacer los hechos, no trae compensación, no quiero pedir justicia por un hijo asesinado, ninguna pena ni sentencia ni multa ni compensación devuelve un bien perdido por culpa del tiempo variable, que no retrocede, ni la vida se puede restaurar, al fin y al cabo aún tenemos que engañarnos de que el castigo fue justo, ningún castigo compensa, prefiero a mis hijos vivos que esperar a que despedacen a los asesinos, no vale la pena el dolor.
Nenhum comentário:
Postar um comentário