terça-feira, 8 de fevereiro de 2022

Las reglas de Dios

Las reglas de Dios
Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo

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Viejo Chevette, año 1970, las pegatinas en las ventanas denuncian una mente enferma con malas frases como: "Estoy casado", "Amo a mi mujer", "Regalo de Dios", "Está pagado", pero la que más me impresiona es la tercera frase.

Parece común, pero a los evangélicos les encanta esta intimidad con Dios. ¿Cómo puede Dios, que creó todo el universo, regalar un viejo Chevette, que se cae a pedazos, a uno de sus hijos?

Dios nunca ha hablado a la gente corriente. Está en las famosas y elocuentes omisiones de la Biblia, sobre todo en las omisiones honorables del Antiguo Testamento, en la Torá y el Tanak.

Muchas omisiones y silencios bíblicos necesitan ser interpretados con cuidado y con la exégesis correcta, ni ayuda buscar en los llamados pergaminos y papiros auténticos y traducir cuidadosamente del griego muy antiguo, del arameo y del hebreo arqueológico con los mejores hermeneutas y traductores, porque la verdad salta por encima de cualquier intento de violar la lógica y las leyes del universo. Nada puede violar las leyes del universo porque son el testimonio de Dios.

La primera ley de todas que no puede ser violada porque a nadie le está permitido hacerlo es la ley de la naturaleza.

¿Y cuál es la ley de la naturaleza?

La única ley de la naturaleza es la que nadie ni nada puede violar porque fue establecida por Dios para organizar el universo.

Si te lanzas desde un acantilado de 500 metros de altura, a no ser que te lances en paracaídas o en un salto corporal, tu muerte es segura. Puedes rezar mucho, rezar y pedir a Dios que te proteja, sabes que estás violando la ley de la naturaleza instituida por Dios, y que Isaac Newton llamó fuerza de gravedad y Einstein llamó campo gravitatorio.

Dios nunca más necesitó hablar con los humanos, después de las últimas palabras pronunciadas todavía en el antiguo testamento a su último profeta Jeremías, incluso cuando hablaba con cualquier ser humano Dios tenía un protocolo, como pedir una revelación a sus reyes y profetas, sólo estos podían ser escuchados por Dios, nunca en la Biblia del antiguo testamento, nadie enviaba un mensaje a Dios pidiendo audiencia, cada reunión era preparada con purificación y Dios hablaba y nunca mostraba su rostro, nunca había peticiones personales y privadas, Dios nunca trataba asuntos personales con ningún profeta o rey, Dios siempre trataba asuntos de todo el pueblo y de interés social.

Así que Dios nunca tuvo que tratar con peticiones privadas y personales, esto no está en el antiguo testamento, así que ¿de dónde viene esta práctica de peticiones personales y privadas que van directamente a Dios?

Este intento de privatizar a Dios y convertirlo en un ser muy simpático no coincide en absoluto con las pistas que tenemos sobre la personalidad de Dios, desde el genocidio del Diluvio, las explosiones nucleares de Sodoma y Gomorra, el castigo de 40 años impuesto a la peregrinación de los hebreos por el desierto del Sinaí, así que ¿dónde está la evidencia del Dios simpático?

Este Dios bonachón es una personalización evangélica de la biblia construida en el nuevo testamento, probablemente por las adulteraciones constantinianas y dioclecianas en el cristianismo instituidas por los apóstoles Pedro, Lucas y los discípulos Pablo y Apolos, entre otros usurpadores del judaísmo transformado en la sub-religión medio griega y medio romana del circo del cristianismo.

Solo obedece y respeta la ley de la naturaleza instituida por Dios y toda
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Roberto da Silva Rocha, professor universitário e cientista político

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