La ética cristiana protestante de Max Weber en un mundo secular
Sospecho que este argumento sobre la corrupción sólo sirve para ocultar la incompetencia administrativa.
Fue Max Weber quien, al volver a China, confundió la monarquía con la república, olvidando que la riqueza de la monarquía se confundía con los bienes públicos. Solo en los últimos 150 años Estados Unidos inauguró esta confusa ética de separación entre lo público y lo privado, republicana, pero no tanto con tantos tacones de billones de dólares, que nunca ha funcionado salvo para unos pocos. Así pues, intentar impedir que los líderes se enriquezcan ha sido una violencia contra la civilización humana desde los reyes, los faraones, los asirios, los egipcios, los pachás, los maharajás, los reyes, y luego vinieron el Renacimiento y la Ilustración, y la nueva ética forjada por el antropocentrismo exótico que intenta abolir costumbres inmanentes nunca abandonadas por las costumbres humanas, como la creencia religiosa, la prostitución, la vanidad, la envidia, el orgullo, ¿y quién va a poner fin a esto? No me importa quién o qué esté robando y enriqueciéndose siempre que sea un monarca, presidente, dictador, que cuide la nación y sea amado por su pueblo, que traiga progreso y garantice la dignidad, el orden y el progreso de su pueblo.
Nenhum comentário:
Postar um comentário