Roberto da Silva Rocha, profesor universitario y politólogo
El paralelismo entre la filosofía cuántica y la física fenomenológica
El juego de palabras tiene un propósito, así veo la perfecta correlación de identidad lógica entre la física cuántica y la filosofía fenomenológica.
La física cuántica surge ante la falta total de continuidad en las teorías clásicas de la física y también ante el desfase entre la física relativista general y la Física Relativista de Einstein, que resultó aturdida por los efectos de unos fotones que disparados por una doble rendija tenían la característica de aparecer multiplicada en el mamparo opuesto, hecho sin explicación en ese momento, por lo tanto, la física dejó de ser determinista sujeta a teorías y leyes para ser probabilística. Así, Einstein, en un último suspiro de terquedad ante los fenómenos cuánticos, pronunció su famosa frase: “Dios no juega a los dados”.
Ante el nuevo hecho, Heisenberg creó el principio de incertidumbre, Schroedinger creó las famosas ecuaciones de onda para representar el estado de la materia ondulatoria, Dirac se dio cuenta del salto cuántico en paquetes llamado cuántico, de ahí el nombre de Física Cuántica.
Desde la filosofía fenomenológica imaginada por Platón, el mundo es solo un mundo de imágenes, simulaciones, ideas, el mundo real solo existe en la mente como sombras de objetos reales proyectados en las paredes de esa caverna, en el Mito de la Caverna.
¿Dónde está la realidad?
El mundo está en la capacidad del objeto de interactuar con el observador según la experiencia mental del gato de Schroedinger, ese gato que está vivo o muerto, según cuando el observador abre la caja de la realidad.
Difícil de entender, pero cuando Einstein estudiando la órbita de Mercurio descubrió que la única explicación matemática para las desviaciones de la teoría newtoniana sería la relativización del tejido espacio-temporal, aún dudaba que algo más siniestro le esperara para romper sus paradigmas.
Todo lo que la filosofía fenomenológica nos prepara para entender el universo y nos dice la presencia del fotón es que la realidad se crea en nuestra mente como observadores privilegiados del universo, todo lo que existe es solo una simulación de la realidad.
Esta simulación de la realidad nos permite creer en el big bang, en la evolución de las especies, así creamos todo lo que existe, creamos galaxias cuando nos dimos cuenta con mejores telescopios que las nebulosas eran galaxias un grupo de estrellas más allá de nuestra vía láctea, esto se expandió nuestra noción de un universo que no existía, porque no lo sabíamos, así que en un cierto punto de la civilización creamos el sexo, creamos la filosofía, creamos la ciencia, creamos las artes, creamos la religión y creamos dioses para nuestras religiones y sus doctrinas.
Cuando perdemos esa perspectiva de que creamos todo lo que existe, con el estado civil, creamos los gobiernos, creamos los sistemas de gobiernos y empezamos a invertir nuestra creación y nuestras creaciones empiezan a gobernarnos y dominarnos, somos gobernados por lo que creamos, estamos sometidos al estado nacional, somos sometidos y esclavizados por la misma ciencia y perdemos el control sobre ella nos sometemos cobardemente y acríticamente a los dictados científicos, y lo que es más grave, nos sometemos al mismo dios que creamos, no vemos esto en un momento dado en que la democracia se convierte en un dogma inviolable, entonces hicimos lo mismo con la ciencia y la religión.
Pobre humanidad perdida en el mismo pozo que cavó para sí misma.
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